Los 38 migrantes, 25 hombres, seis mujeres y siete niños, son todos de nacionalidad marroquí y tendrán que regresar a su país de origen. El tribunal de Silves dictó sentencia.
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Los inmigrantes que llegaron a la costa del Algarve en una pequeña embarcación de madera el viernes serán repatriados, según dictaminó el sábado por la tarde un juez del tribunal de Silves.
Los 38 inmigrantes tienen 20 días para abandonar el país voluntariamente, tras lo cual serán expulsados por la fuerza. Hasta entonces, todos permanecerán bajo custodia y alojados temporalmente en un pabellón de Sagres, facilitado por el ayuntamiento de Vila do Bispo, que ha sido adaptado para alojar a todos los migrantes. Un equipo de la GNR estará en el lugar, con el apoyo de Protección Civil y los bomberos.
El sábado, tras conocerse la decisión del juez, el ministro de la Presidencia felicitó la celeridad de la justicia, afirmando que las autoridades portuguesas "merecen una gran felicitación", y aseguró que Portugal mantiene sus "fronteras marítimas seguras".
"Portugal tiene una gran costa, aunque somos vulnerables, las autoridades portuguesas reaccionaron con rapidez y eficacia", dijo el ministro a los periodistas. "La costa portuguesa es segura", subrayó Leitão Amaro desde Olhão, en el Algarve.
Los niños y siete adultos no fueron escuchados por el juez
De los 38 inmigrantes que consiguieron llegar a tierra, 25 son hombres, seis mujeres y siete niños. Todos tienen edades comprendidas entre los 12 meses y los 44 años. Los niños y los adultos que los acompañaban, así como los que seguían hospitalizados, no fueron oídos por el juez el sábado. Sin embargo, los adultos serán llevados ante el tribunal en un plazo máximo de 48 horas, aseguró el comandante Ilídio Barreiros, de la Unidad de Control Costero y Fronterizo de la GNR.
Los niños no serán llevados ante los tribunales porque son menores, tienen protección especial. "Los menores están protegidos por el Derecho internacional mediante un régimen especial y por la legislación portuguesa", explicó el ministro Leitão Amaro. Por tanto, "la orden de expulsión se da a los adultos", subrayó.
En cuanto a posibles peticiones de asilo por parte de los inmigrantes, Leitão Amaro descartó esta posibilidad y pidió a la población que no "especule" sobre el asunto ni sobre cuál será "su destino".
Cinco días en el mar, cuatro personas han muerto
El viaje desde Marruecos habrá durado cinco días y cuatro personas habrán muerto en alta mar, según relató a 'Observador' un empresario que se encontraba en el lugar donde desembarcaron los migrantes al final de la jornada del viernes.
"Hablé con una familia con un niño de un año. Dijeron que venían de Marruecos. Me pidieron agua y tabaco. Y también comida. Había una pareja en la playa que les dio comida", relató el testigo a Observador. Según el empresario, nada más desembarcar, los inmigrantes se sentaron cerca de un aparcamiento y "esperaron ayuda".
Una vez concluido el proceso de identificación y las audiencias judiciales de todos los migrantes adultos, el proceso de repatriación deberá ser remitido a la Agencia de Integración, Migración y Asilo (AIMA), organismo que tiene esta responsabilidad administrativa, recordó el comandante de la GNR Ilídio Barreiros.