La West Coast Giant Pumpkin Regatta, que celebra su 21.ª edición, congregó a un numeroso público deseoso de ver cómo los competidores convertían enormes calabazas, algunas de más de 1.000 libras, en coloridas embarcaciones flotantes.
El evento, que se celebró por primera vez en 2004, rinde homenaje a los cultivadores de calabazas de la región y a su espíritu creativo. Con carretillas elevadoras, los organizadores bajaron con cuidado las enormes calabazas al agua antes de que los participantes vaciaran su interior y las transformaran en embarcaciones improvisadas. Ataviados con elaborados disfraces, desde elfos hasta personajes de videojuegos, compitieron en una serie de carreras amistosas, animados por cientos de espectadores apostados en las orillas del lago.
La regata cuenta con el apoyo de la asociación Pacific Giant Vegetable Growers, cuyos miembros cultivan estas calabazas colosales durante todo el año. Más allá del espectáculo, se ha convertido en una tradición de temporada que marca el inicio de las fiestas otoñales en Oregón. Para cultivadores y remeros, la regata aúna deporte, agricultura y celebración comunitaria en una de las citas anuales más singulares y entretenidas de la región.
