Acompáñanos en nuestra selección de los mejores discos del año 2025. ¿Cuántos de la lista has escuchado?
Vuelve ese momento del año en el que hacemos balance, reunimos nuestros favoritos y empezamos la cuenta atrás hasta coronar el Mejor Álbum de 2025. Ha sido un año movido, y no siempre para bien, en la música. Hemos asistido a reuniones del Britpop, regresos fallidos, choques culturales tan surrealistas como una Administración Trump enfrentada a Bad Bunny y Sabrina Carpenter, la ausencia de una clara Canción del Verano y una avalancha de ruido ofensivo cortesía de supuestos 'artistas' generados por IA como The Velvet Sundown, Xania Monet o Breaking Rust.
A esto se ha sumado una preocupante proliferación de discos francamente malos, muchos de ellos con títulos igual de mediocres, confirmando que el determinismo nominativo sigue gozando de excelente salud. Entre los principales culpables figuran el proféticamente titulado 'I’m The Problem' de Morgan Wallen; el sonrojante '$ome $exy $ongs 4 U' de Drake y PARTYNEXTDOOR; el paternalista 'You’ll Be Alright, Kid' de Alex Warren (eso será contigo, Alex, porque los oyentes no); y el completamente inerte 'Lost Americana' de MJK.
Si a eso le sumamos una oferta sorprendentemente insípida de Tame Impala y el duodécimo trabajo decepcionante de Taylor Swift, que se queda fuera de nuestro Top 20 por segundo año consecutivo, el retrato que emerge es el de un 2025 musicalmente irregular y, por momentos, agotador.
Pero basta de negatividad. Estamos aquí para celebrar lo mejor de lo publicado este año, y por suerte ha habido muchos discos capaces de emocionarnos, sorprendernos y mantenernos (más o menos) cuerdos.
Sin más dilación, aquí va la cuenta atrás del álbum favorito de 'Euronews Culture' de los últimos 12 meses, empezando por…
20) Olivia Dean - 'The Art of Loving'
Es un gran momento para las vocalistas británicas. Charli XCX, RAYE, PinkPantheress y compañía llevan tiempo ganando terreno, pero Olivia Dean se ha consolidado este año como una de las voces nuevas más convincentes del panorama. Su segundo álbum de larga duración es una exploración cálida, de aire retro y profundamente humana del amor en todas sus formas: las relaciones románticas, la amistad, la familia y el amor propio.
Aunque algunos cortes, como 'Baby Steps' y 'Something in Between', se acercan peligrosamente al territorio del pop de cafetería (amable, pulido y quizá algo olvidable), los mejores momentos compensan con creces cualquier tropiezo.
La melancólica y tremendamente pegadiza 'Nice to Each Other', el elegante juego pianístico de 'Man I Need' y el tirón íntimo y ahumado de 'A Couple Minutes' revelan a una artista de 26 años con un don evidente para las melodías inmediatas y una escritura que parece fluir sin esfuerzo. Es un disco que apunta claramente hacia una trayectoria ascendente. Esta nominada al Grammy a Mejor Artista Nueva no ha hecho más que empezar.
19) Ichiko Aoba - 'Luminescent Creatures'
2025 ha sido un año tumultuoso e implacable, marcado por el conflicto global, la ansiedad ante la IA, la agitación política y una crisis ambiental cada vez más profunda. En medio de ese ruido constante, el nuevo álbum de Ichiko Aoba ofrece algo excepcional: quietud. Un refugio frágil y luminoso.
Con 'Luminescent Creatures', la cantautora japonesa invita al oyente a adentrarse en un sueño de cuento, tejido con voces etéreas, melodías orquestales hechizantes y suaves susurros de la naturaleza.
Inspirado por la vida marina luminiscente que descubrió buceando en las islas Ryukyu, su octavo álbum explora los límites entre la vida y la muerte, la luz y la oscuridad. Es un disco pensado para soñar, dormitar, deambular y desaparecer durante un rato.
18) Florence + 'The Machine' - 'Everybody Scream'
"Es tu heroína atribulada / de vuelta para la sexta temporada", canta Florence Welch en 'The Old Religion', recordándonos que han pasado 16 años desde su debut y que conoce bien el peso de estar bajo los focos. Esa experiencia, tan exigente como costosa, está en el corazón de 'Everybody Scream', un álbum que aparenta hablar de paganismo, rituales y brujería, pero que en realidad se adentra en el trauma personal y la resiliencia profesional.
Sus canciones, tan teatrales como catárticas, exhiben la voz sirénica e inconfundible de Welch y examinan los sacrificios que implica ser mujer en una industria, y un mundo, dominados por hombres. El disco suena como un exorcismo, algo que la propia Welch confirmó al revelar antes del lanzamiento que uno de los catalizadores creativos fue un embarazo ectópico que puso su vida en peligro mientras estaba de gira.
'Everybody Scream' es su ajuste de cuentas: un álbum poderoso, cargado de estribillos climáticos, que reivindica el derecho a aullar sin pudor en tiempos de turbulencia emocional.
17) DJ Haram – 'Beside Myself'
Preparaos, porque este os derretirá la mente tanto como la expandirá. Afincada en Brooklyn, DJ Haram firma un ambicioso debut que fusiona beats de club, sonidos electrónicos ásperos, percusión en directo y samples de Oriente Medio, todo impulsado por una energía inquieta, contagiosa y a la vez desestabilizadora.
Las canciones con invitados abundan, hay himnos de club (‘Loneliness Epidemic’), números de rap (‘Fishnets’, ‘Stenography’), momentos de belleza ominosa (el piano de ‘Who Needs Enemies When These Are Your Allies?’), lamentos punzantes (joya del álbum ‘Remaining’, con la trompeta poco prometedora de Aquiles Navarro y versos en árabe de Dakn), electro glitch sobre tambores de darbuka (‘Sahel’), todo tejiendo un tapiz rico que revela una negativa a conformarse o comprometerse.
'Beside Myself' a veces se resiente por el peso de sus muchas influencias, y su indocilidad convierte la escucha en un reto. Aun así, para quien quiera saber cómo suena una rave distópica, este es un disco ecléctico y descarado hecho para ti. DM
16) Freddie Gibbs And The Alchemist - 'Alfredo 2 '
Cinco años después de su primer triunfo conjunto, Freddie Gibbs y The Alchemist vuelven con 'Alfredo 2', una secuela que cambia la neblina nocturna de 'Alfredo' (2020) por una visión soleada y ligera de la vida callejera.
The Alchemist, verdadero mago de rebuscar en cajas de vinilos, casa loops soul polvorientos y bases boom-bap con florituras de jazz cinematográficas y fragmentos de cine japonés a contratiempo, manteniendo el álbum imprevisible de principio a fin. Gibbs, como siempre, manda, crudo, afilado y técnicamente impecable, teje relatos de sexo, drogas y supervivencia con un humor negro.
“Desde que enseñaron mi ecografía, perra, voy directo al infierno”, gruñe en 'Gas Station Sushi’' Los momentos colaborativos, especialmente Anderson .Paak en 'Ensalada' y JID en 'Gold Feet’' encajan a la perfección con la confianza relajada del proyecto. Como cabe esperar del ramen de su portada, 'Alfredo 2' llega humeante, perfectamente sazonado y da en el clavo.
15) Erika de Casier – 'Lifetime'
El minimalismo no ha sonado mejor este año que en el cuarto álbum de estudio de Erika de Casier, 'Lifetime'. Publicado solo un año después de 'Still', la cantautora danesa nacida en Portugal afloja su agarre al R’n’B Y2K para abrazar mejor los sonidos del trip hop de los noventa.
No es un ejercicio rancio de nostalgia, se trata de ofrecer una colección despojada e íntima de canciones que te sumergen en un estado de ensoñación. Y mientras flotas y conectas con sus historias sobre las ansiedades de las citas modernas (especialmente en 'The Chase' — "Llega la medianoche / ni un mensaje para arroparme"), te verás rindiéndote a la sensualidad que de Casier convoca, porque la atmósfera seductora que impregna 'Lifetime' es adictiva.
En ningún lugar es más potente que en la voluptuosa 'You Got It!' y en 'Moan', un lamento nocturno sobre lidiar con un corazón pesado viviendo "con todo el corazón". Prepárate para quedar embrujado con un LP que demuestra que, a veces, menos es definitivamente más. DM
14) The Last Dinner Party – 'From The Pyre'
Si su debut de 2024 'Prelude to Ecstasy' no te convenció, The Last Dinner Party se aseguran de que este Acto II deje a todo el mundo rindiéndoles culto. El título de su segundo álbum alude a un símbolo de destrucción y renacimiento, y aunque la pira titular no marca un cambio radical de sonido para el quinteto británico, confirma que su bautismo de fuego no fue flor de un día.
Igual de teatral pero más rico en lo sonoro que su predecesor, la banda ha refinado su pop-rock barroco y afinado el arte del crescendo grandioso. 'This Is The Killer Speaking’, una balada de asesinato sobre el ghosting, y 'The Scythe' con su estribillo eufórico quizá destaquen de inmediato, pero en 'From The Pyre' no hay relleno. Las diez canciones sobre amor, pérdida y mascar el polvo del infierno son energizantes y muy cinematográficas, una clara señal de que The Last Dinner Party han llegado para quedarse. DM
13) Cate Le Bon – 'Michelangelo Dying'
"Quizá algún día regrese a casa, vencida, derrotada. Pero no mientras pueda convertir mi desamor en historias, belleza en el dolor." No sabemos si Cate Le Bon lee con devoción a Sylvia Plath, pero sus palabras parecen apropiadas para hablar de su séptimo álbum, compuesto a raíz de un desamor.
En 'Michelangelo Dying', la música galesa fragua belleza a partir del dolor, poniendo a prueba su pop de vanguardia al hurgar en heridas abiertas. O "una amputación que no quieres, pero sabes que te salvará", como lo describió en 'The Guardian', imagen que reaparece en 'Pieces Of My Heart', cuando Le Bon canta: "Así se rompe una pierna / Dejas que la sombra guíe la forma".
Podría haber sido un disco de ruptura convencional y lleno de lamentos, pero Le Bon rehúye los clichés y conduce al oyente a la constatación de que el amor no se va cuando muere, se queda contigo, deja una cicatriz, y ojalá el caos emocional conduzca a una catarsis que suene tan sublime como 'About Time' y 'Heaven Is No Feeling’' Y quizá, con el tiempo, la resaca de tanto dolor resulte tan misteriosamente reconfortante como 'Michelangelo Dying'. DM
12) FKA twigs – EUSEXUA
'EUSEXUA' su tercer álbum, marca un giro significativo para la cantante y compositora británica, un viaje vertiginoso, sensual y extático por pistas de baile, dormitorios y paisajes de ensueño. A lo largo de 11 temas, mezcla con maestría la experimentación electrónica, el pulso pop, texturas deudoras de Aphex Twin y ritmos listos para la pista en un disco que celebra la intimidad, el deseo sin filtros y la condición femenina.
Destacan la euforia juguetona de 'Perfect Stranger' y 'Girl Feels Good', mientras que canciones como 'Keep It, Hold It' y el cierre 'Wanderlust' ofrecen una reflexión serena, demostrando que twigs puede brillar en ambos extremos del sonido y la emoción. Parte viaje introspectivo, parte rave extática, ‘EUSEXUA’ es sin duda uno de los lanzamientos más ambiciosos y apasionantes del año. TF
11) Lausse The Cat - 'The Mocking Stars'
Siete años después de su debut desbordantemente creativo, 'The Girl, the Cat & the Tree', el rapero y productor franco-británico anónimo firma un regreso tan esperado como inesperado con 'The Mocking Stars' Retoma donde lo dejó e invita a su paciente séquito de culto a volver al mundo de su protagonista felino existencial, que vaga por un universo surrealista en colapso en busca de sentido.
Si su debut parecía una fábula caprichosa de madurez, este disco lanza al gato a una odisea psicodélica y cósmica, en la que tropieza por estrellas, lunas y soles, baila con Sombrereros Locos en caóticas fiestas de té y cae por escenarios de sueño inspirados en ‘Alicia en el país de las maravillas’, antes de regresar lentamente a la Tierra.
Instrumentales teñidos de jazz, ritmos de bossa nova, metales en vivo que centellean y baterías de hip-hop británico se arremolinan bajo su entrega en voz baja, aportando tanto juego teatral como melancolía mientras encara la depresión, la alienación, el escapismo y el romance fugaz. Es, sin duda, uno de los proyectos más imaginativos e interesantes del año. TF
10) Little Simz – 'Lotus'
En 'Lotus’' su sexto álbum, Little Simz convierte el tumulto legal y las rupturas personales en pura pólvora creativa. Tras una amarga ruptura con su asociación creativa de siempre con su amigo de la infancia Inflo, a quien ha demandado por un supuesto préstamo impagado, se alía con el productor Miles Clinton James para crear un disco que se desliza por estados de ánimo y géneros con facilidad.
Ahí están la apertura envenenada 'Thief', dirigida sin ambages a Inflo; el desparpajo afro-funk de 'Lion'; y la bossa nova ligera de 'Only'. Las colaboraciones de Sampha, Wretch 32, Yussef Dayes y Michael Kiwanuka enriquecen el sonido sin robarle el foco.
En todo momento, Simz se mantiene al mando, soltando barras contundentes y manejando los flujos con autoridad para contar una historia de perseverancia, traición y autoafirmación. Es un disco de declaración, controlado, feroz y un recordatorio de que Simz opera en otra liga que la mayoría. TF
9) Pulp – 'More'
Este año todos perdían la cabeza con la reunión de Oasis, pero el verdadero regreso noventero llegó de la mano de los líderes a su pesar del Britpop. Publicado a tiempo para el 30º aniversario de su álbum más celebrado, 'Different Class' de 1995, Pulp volvió tras 24 años de ausencia... y la espera ha merecido la pena.
Aunque 'More' no reinventa la rueda y no necesariamente convertirá a quienes no sean ya fans de Jarvis Cocker y su alegre troupe, este estupendo álbum es para atesorar. Con cuerdas exuberantes y un abordaje ingenioso y con humor del envejecimiento y el autoengaño, Pulp entrega un LP que es exactamente lo que se le pide a un disco de Pulp.
Y más aún, supera las expectativas, demostrando que, aunque ya estén bien creciditos, siguen siendo de otra clase. Ojalá no tengamos que esperar otro cuarto de siglo para más. DM
8) Jane Remover – 'Revengeseekerz'
Con 22 años, Jane Remover ya se ha hecho un nombre como productora, compositora, multiinstrumentista y rapera con una afinada capacidad para saltar de género en género. Al escuchar su trabajo de 2025, los discos anteriores 'Frailty' (2021) y 'Census Designated' (2023) suenan como si los hubiera hecho una artista completamente distinta.
En 'Revengeseekerz', Remover arroja al oyente de cabeza a una mezcla abrasiva de rap, emo, digicore y EDM, empalmada con sonidos glitch de videojuegos y ganchos hiperpop potentes. Es mucho que digerir y a menudo suena a caos, pero funciona. Lo que debería provocar latigazos cervicales acaba cuajando en una banda sonora coherente, audaz y adictiva para una noche realmente salvaje. En pocas palabras, golpea, y fuerte. DM
7) Bad Bunny – 'DeBÍ TiRAR MáS FOToS'
Tras el tremendamente exitoso 'Un Verano Sin Ti' 'DeBÍ TiRAR MáS FOToS' es el proyecto más ambicioso de Bad Bunny hasta la fecha, un tributo amplio y vibrante a su herencia musical puertorriqueña y a la diáspora.
Aunque sigue arraigado en el reguetón moderno que convirtió al artista de 31 años en una superestrella global, el álbum va mucho más allá de lo esperado, entretejiendo metales de salsa, melodías de bolero y los ritmos estratificados de la plena tradicional.
Esta fusión es especialmente emocionante en 'BAILE INoLVIDABLE', que comienza con elegantes sintetizadores modernos antes de explotar en salsa en vivo. 'DtMF’' destacado al final del disco, también ejemplifica el espíritu del álbum. Contagioso, celebratorio y divertidísimo, es un disco hecho para sonar alto, y no extraña que Bad Bunny reinase como el artista más escuchado de 2025. TF
6) Geese - 'Getting Killed'
En 'Getting Killed', la singular banda neoyorquina Geese aprovecha el impulso del discreto álbum en solitario de su cantante Cameron Winter, 'Heavy Metal', y lo convierte en su experimento más audaz hasta la fecha.
El disco oscila desde la explosiva apertura 'Trinidad' hasta jams guiadas por el groove, llenas de cortes de metales, coros en bucle y riffs dentados, todo hilvanado con los murmullos crípticos y los remates surrealistas de Winter.
La banda suena a la vez más suelta y más afinada que nunca, construyendo canciones que se sienten como clímax prolongados más que estructuras tradicionales. Caótico, ingenioso, descaradamente raro y extrañamente conmovedor, 'Getting Killed' consolida a Geese como una de las pocas bandas de rock que siguen llevándose, y llevando al oyente, a un lugar genuinamente nuevo. TF
5) Wednesday – 'Bleeds'
Tras 'Rat Saw God' — uno de nuestros discos favoritos de 2023 — el grupo de Carolina del Norte Wednesday volvió este año con otro collage de indie rock sucio sobre el amor, decisiones adolescentes estúpidas y ver The Human Centipede después de un concierto de Phish. Y es lo mejor que han publicado. Como en 'Rat Saw God', la banda entrega una mezcla dinámica de ganchos country y grunge ruidoso radiado directamente desde los noventa.
Y, como su predecesor, son las letras y la narración tragicómica lo que hace que el proyecto vuele. Ya sea señalando la "sinceridad de pacotilla" en la apertura 'Reality TV Argument Bleeds'; llegando a la conclusión de que "hasta el mejor champán sigue sabiendo a vino de saúco" en el single 'Elderberry Wine'; o preguntándose "cómo te han quedado los dientes tan bien / cuando lo único que bebes es Pepsi" en el cierre 'Gary’s II', las instantáneas evocadoras de la cantautora Karly Hartzman se sienten vividas y te harán volver a por más. DM
4) Viagra Boys – 'Viagr Aboys'
Desde su debut en 2018, los suecos Viagra Boys se han consolidado como los cronistas absurdistas de la desilusión del siglo XXI que todos necesitamos en nuestras vidas. Canalizando a The Stooges, Dead Kennedys y DEVO, los post-punk han satirizado sin fisuras la continua "enshittification" de la sociedad, desde la masculinidad tóxica y la retórica de extrema derecha hasta conspiraciones alimentadas por las redes sociales. No se apartan de su plan de vuelo satírico en su cuarto álbum, 'Viagr Aboys’' pero se alejan de los infiernos sociopolíticos para centrarse más en las torpezas cotidianas.
De las referencias a Matthew Perry ('Man Made of Meat') a los sustos de salud ('Pyramid of Health'), pasando por picatostes encontrados bajo futones ('Uno II') y el arte perdido de soltar datos históricos aguafiestas en fiestas ('You N33d Me'), las letras de 'Viagr Aboys' son surrealistas, de risa floja y por momentos sorprendentemente emocionantes, especialmente en el romanticismo contenido del cierre 'River King'. En lo sonoro puede parecer más pulido que sus esfuerzos anteriores, pero la energía cruda permanece intacta.
Además, Sebastian Murphy y su variopinto equipo han logrado algo verdaderamente especial con este álbum: han destilado todo lo que los hace un placer delirante de escuchar y lo han inyectado directamente en la vena. Gracias por el chute, caballeros. DM
3) Annahstasia – 'Tether'
Fue nuestra elección en el puesto nº 3 en el ecuador de 2025 y se ha mantenido ahí, confirmando que el arrebatador 'Tether' de Annahstasia es, sin discusión, el mejor álbum debut del año. Costó que llegara, porque la cantautora estadounidense tuvo que pelear largo y tendido para que 'Tether' se publicase.
Los ejecutivos discográficos estaban deseosos de alejarla del folk-soul íntimo que quería hacer y llevarla por vías más comerciales y de mayor viabilidad. Qué equivocados estaban al dudar de ella y mantenerla en el limbo, porque su primer disco, tan tardío, es una colección instantáneamente cautivadora de canciones de una belleza desarmante, sostenidas por instrumentales elegantes y su precioso vibrato caoba, que existe en algún lugar entre Tracy Chapman y Nina Simone. “¿Puedes ser creyente”, canta en el cierre 'Believer', "en toda mi posible posibilidad?". Por nuestra parte, es un sí rotundo. DM
2) Kelela – 'In The Blue Light'
'In the Blue Light' captura a Kelela apartándose de su universo futurista de R&B para adentrarse en la penumbra de velas del mítico Blue Note Jazz Club de Nueva York, donde reimagina por completo su catálogo con una calidez blusera. El set mezcla originales retrabajados de la cantante estadounidense con homenajes a Joni Mitchell y Betty Carter, todo entretejido con el murmullo del público, bromas sobre el escenario y anécdotas delicadas que te meten en la sala.
La paleta despojada — arpa, teclas, batería, bajo aterciopelado — permite que su voz celestial tome el centro, revelando nuevos matices emocionales en temas como 'Waitin', 'Take Me Apart' y una impresionante reinvención de 'Better'. Todo funciona al servicio de una atmósfera tan íntima que parece que estás sentado en su mesa. Es un álbum plenamente digno de un puesto de honor entre lo mejor del año. TF
1) Rosalía – 'LUX'
Si hay algo de lo que no se puede acusar a Rosalía, es de dejarse llevar. Su debut de 2017, 'Los Ángeles’' introdujo con audacia el flamenco en el siglo XXI; en 2018, 'El Mal Querer' combinó sonidos andaluces con pop y hip hop; y en 2022, 'Motomami' fue una mezcla sexy y rompedora de reguetón, guitarras folk y ritmos de baile. Para su cuarto álbum, la artista española de 33 años ha dado su paso más audaz: un giro hacia lo clásico.
Aunque ese cruce pueda sonar artificioso, el resultado deja la boca abierta. Con el respaldo de la Orquesta Sinfónica de Londres y de nombres como Björk, Yves Tumor e incluso Guy-Manuel de Homem-Christo, de Daft Punk, el álbum es una ópera barroca experimental, impulsada por cuerdas en vuelo, bases electrónicas y el soprano cristalino de Rosalía.
Dispuesto en cuatro movimientos, Rosalía canta en 13 idiomas diferentes a lo largo de 'LUX', incluido el catalán y el español (en la preciosa 'Divinize' y en 'La Perla', respectivamente), así como el alemán ('Berghain'), el árabe ('La Yugular'), el ucraniano ('De Madruga') y el latín ('Porcelana'). Lo hace para explorar mejor temas sin fronteras como el amor, el sexo, la espiritualidad y lo femenino divino, sumergiéndose en las historias de santas y místicas de todo el mundo y tomándolas como inspiración para cada canción.
El efecto crea una conexión divina, no hace falta entender todas las letras para apreciar su resonancia emocional. Las 18 piezas trascienden el idioma y existen en un limbo sonoro donde el imaginario religioso y los ímpetus wagnerianos conviven junto a relatos en los que la cantante reparte una “medalla de oro en ser un canalla”, señala a los hombres que quieren mujeres complacientes, se sirve una copa merecida de Sauvignon Blanc y entrega su corazón con tanta frecuencia que olvida que alguna vez fue suyo (en el destacado 'Relíquia').
Puede parecer mucho para una sola escucha, y lo es, pero es una experiencia vibrante que solo mejora con repetidas escuchas. Y si decides rendirte a esta épica fusión de lo sagrado y lo profano, verás que honra lo que te pide.
En términos de declaraciones artísticas ambiciosas, 'LUX' se siente como el 'Vespertine' de Rosalía, que no es poca cosa, pues sigue siendo la obra maestra de Björk. Pocos álbumes se han acercado a su sinfonía etérea, una que no solo atraviesa las convenciones del pop contemporáneo, sino que desafía los subidones rápidos propios de un consumo musical hambriento de atención y guiado por algoritmos.
La propia Rosalía se mostró en esta línea al contar al 'New York Times' que “cuanto más estamos en la era de la dopamina, más quiero ser lo contrario”. 'LUX' es ese contrario. Exige tu atención total, la reclama y la recompensa. DM
Ahí lo tenéis. ¿Nos hemos dejado fuera tu álbum del año? Quizá esté en nuestras menciones de honor del año, que son: Nourished By Time - 'The Passionate Ones'; Swans – 'Birthing'; Blood Orange – 'Essex Honey'; Sudan Archives – 'The BPM'; aya – 'Hexed!'; Wet Leg – 'Moisturizer'; Natalia Lafourcade – 'Cancionera'; CMAT – 'Euro-Country'; PinkPantheress – 'Fancy That'; Oklou – 'choke enough'.
O quizá esté en nuestro informe de mitad de año, la lista de los Mejores Álbumes de 2025... hasta ahora. Si no, cuéntanoslo, te escucharemos y, con suerte, lo enmendaremos. O, respetuosamente, te sugeriremos que te equivocas.
Permaneced atentos a Euronews Culture para más de lo mejor de 2025, incluido nuestro próximo ranking de las mejores películas de 2025.