El Foro Económico Mundial llega después uno de los años más trascendentales de la historia reciente.
2600 delegados de Davos se reúnen bajo el ambicioso lema: “La Gran Transformación: el diseño de nuevos modelos “, un grito de guerra para encontrar nuevas soluciones duraderas a los problemas del mundo.
Por tecer año consecutivo, la naturaleza crónica de la deuda fiscal acapara la escena , así como la necesidad de un llamada urgente a la acción “
Hay una larga lista de invitados para afrontar los grandes retos de este año, especialmente la crisis de la eurozona. Alrededor de 40 jefes de Estado y de Gobierno se encuentran ya en Davos, incluída la canciller alemana, Angela Merkel.
“ Durante los últimos seis meses se ha estado buscando una solución rápida e integral. Pero los líderes europeos ni han sido rápidos ni exhaustivos. Ahora,Davos puede brindarles la oportunidad de cambiar esta situación, ha dicho Gerard Lyons, economista jefe de Standard Chartered.
La velocidad es sin duda aquí, un sinónimo. En esta incertidumbre, 2011 subrayó la gran rapidez con la que el mundo puede cambiar. Ahora la pregunta será cómo conseguir que las potencias mundiales sigan ese ímpetu y creen un cambio duradero para mejor.