Ha sido al alba, en la prisión de Suwaqa, situada a unos 70 kilómetros al sur de Ammán. Las autoridades jordanas han ejecutado en la horca a Sayida
Muaz es un mártir del Señor si Alá quiere que esté en el cielo con los otros mártires, con la buena gente, con los profetas. Estoy sereno, tranquilo. Le pido a Alá y al Gobierno jordano que venguen la sangre de Muaz
Ha sido al alba, en la prisión de Suwaqa, situada a unos 70 kilómetros al sur de Ammán. Las autoridades jordanas han ejecutado en la horca a Sayida al Rishawi y a Ziad al Karbuli, ambos de nacionalidad iraquí.
Rishawi, era la terrorista cuya liberación reclamó el grupo Estado Islámico a cambio de las vidas del militar jordano, Muaz al Kasasbeh, y del periodista japonés, Kenji Goto, los dos asesinados.
El rey de Jordania, Abdalá II, ha regresado inmediatamente a su país tras suspender su viaje oficial a Estados Unidos.
El piloto jordano, Muaz al Kasasbeh, fue capturado a finales de diciembre por milicianos yihadistas cuando su avión, que participaba en los bombardeos de la coalición internacional, cayó en territorio sirio.
Sus familiares claman venganza: “Muaz es un mártir del Señor, si Alá quiere que esté en el cielo con los otros mártires, con la buena gente, con los profetas. Estoy sereno, tranquilo. Le pido a Alá y al Gobierno jordano que venguen la sangre de Muaz”, comentaba el padre del piloto jordano asesinado, Safi al Kasasbeh.
El asesinato de Muaz al Kasasbeh ha provocado una gran conmoción no sólo en su ciudad natal, Karak, sino en todo el país.
Las Fuerzas Armadas jordanas creen que fue asesinado a principios de enero pese a que el vídeo de su muerte no fue difundido hasta este martes.