La primera vez que se utilizaron de forma masiva en un combate tuvo lugar durante la I Guerra Mundial, en la segunda batalla de Ypres, en Bélgica
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La primera vez que se utilizaron de forma masiva en un combate tuvo lugar durante la I Guerra Mundial, en la segunda batalla de Ypres, en Bélgica. Las fuerzas alemanas lanzaron gas cloro contra las tropas aliadas, pero luego fueron utilizadas por ambos bandos.
Las autoridades de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas descubrieron una placa en memoria de las víctimas y para recordar los horrores de este tipo de armas.
“Hemos convertido el legado de la guerra química iniciada en Ypres en un futuro que no conocerá nunca más armas de este tipo. Espero que la Declaración de Ypres emitida en esta reunión sirva para inspirarnos aún más a medida que trabajamos para hacer que nuestro mundo esté libre armas químicas”, dijo Ahmet Uzumcu, director general de la OPAQ.
Solo el primer ataque químico dejó más de 10.000 muertos. A lo largo de la guerra, su uso provocó la muerte de más de 90.000 soldados. Un millón de personas sufrieron sus letales efectos a lo largo de todas sus vidas.