Los vientos y las inundaciones han obligado a evacuar a la población de varias localidades en Nueva Gales del Sur y 200.000 hogares se han quedado
Los vientos y las inundaciones han obligado a evacuar a la población de varias localidades en Nueva Gales del Sur y 200.000 hogares se han quedado sin electricidad. Los daños suman millones y se espera que en breve se haga una declaración de desastre natural.
“En lo que se refiere a los patrones meteorológicos, la situación es aún muy peligrosa. Los vientos continúan, al igual que las inundaciones repentinas. El aspecto positivo es que pese al peligro, al menos hay cierta mejora pero aún tendremos que pasar por muchas cosas en las próximas 48 horas”, declaraba Mike Baird, primer ministro de Nueva Gales del sur.
La localidad de Dungog ha sido la más afectada, registrándose allí los tres únicos fallecidos causados de momento por la tormenta.
También han sufrido importantes daños Sydney o Newcastle, cuyo puerto, el más grande del mundo en exportación de carbón, ha sido cerrado sin fecha de reapertura.