La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo vive una recta final de año muy complicada. A diferencia de la ceremonia del año pasado en
La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo vive una recta final de año muy complicada. A diferencia de la ceremonia del año pasado en Montecarlo en la que se repartieron premios y alabanzas entre el mundo de este deporte, la reunión de este 2015 tiene sobre la mesa el duro hueso del escándalo ruso: en ella se tratarán sin duda las acusaciones que pesan sobre los atletas rusos e incluso las sospechas de que el expresidente de la federación internacional, Lamine Diack, habría tenido conocimiento de casos de dopaje que habría encubierto.
Rusia está suspendida hasta nuevo aviso por supuesto dopaje masivo en sus filas. El presidente de la federación actualmente, el británico Sebastien Coe, que tomó posesión en agosto, ha dicho que estos escándalos “avergüenzan” al atletismo, pero ni él mismo parece estar a salvo de las malas prácticas.
La prensa ha revelado que Coe podría haber presionado a Diack para otorgar a Eugene, en Oregón, los Mundiales de 2021, una elección que pilló a todos por sorresa. En este asunto Nike, que tenía hasta hace poco a Coe en nómina y posee muchos lazos con Eugene, podría ser elemento central.