Beate Zschäpe, al inicio del juicio en la Audiencia de Múnich, ha negado cualquier relación con los hechos. En un escrito de medio centenar de
PUBLICIDADBeate Zschäpe, al inicio del juicio en la Audiencia de Múnich, ha negado cualquier relación con los hechos. En un escrito de medio centenar de páginas ha pedido perdón por los delitos cometidos por sus dos amigos, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, a quienes conoció en los círculos de la ultraderecha.
Los familiares de las víctimas claman justicia: “Mis esperanzas son muy altas pero mis expectativas casi nulas. Espero que ella responda a preguntas clave sobre las dimensiones del grupo neonazi Resistencia Nacionalsocialista (NSU). ¿Cuántas personas participaron? ¿Cuál fue el papel de los servicios de inteligencia alemanes? Y, la más importante para mis clientes: ¿por qué mi padre, nuestro hermano y nuestro hijo tuvieron que morir?¿Por qué eran un objetivo?, explica uno de los abogados de las víctimas, Mehmet G. Daimagüler.
Cometieron diez asesinatos racistas, hicieron estallar dos bombas en varios barrios de Colonia, y atracaron hasta quince bancos. Los dos hombres se suicidaron antes de ser detenidos. La mujer se entregó a la policía e ingresó en prisión. Se enfrenta a penas que podrían suponer una condena a cadena perpetua.
Más allá de establecer la responsabilidad del grupo neonazi en general y de la acusada en particular, este juicio, en opinión de los abogados de las víctimas, es el más importante en Alemania desde el fin de la Segunda Guerra Mundial por su dimensión histórica, social y política.