La mayoría de los jóvenes fueron detenidos en mayo, cuando se les acusó de participar en un grupo autodenominado Última Ola de Defensa.
El fiscal federal de Alemania presentó el jueves cargos contra ocho sospechosos por su presunta pertenencia a un grupo "terrorista de extrema derecha" que supuestamente pretendía desestabilizar el sistema democrático del país llevando a cabo ataques contra migrantes y opositores políticos.
Los fiscales también acusaron a los siete presuntos miembros y a un simpatizante del grupo, algunos de ellos adolescentes, de intento de asesinato, conspiración para cometer asesinato y lesiones graves. La mayoría de los jóvenes fueron detenidos en mayo, cuando se les acusó de participar en un grupo autodenominado Última Ola de Defensa.
Según la Fiscalía federal, el grupo se considera la "autoridad final" para defender la "nación alemana". Afirmó que el grupo se fundó en mayo de 2024 y que planeaba o llevaba a cabo ataques incendiarios y con bombas contra viviendas de solicitantes de asilo e instituciones de izquierda.
En ese momento, cinco sospechosos de entre 14 y 21 años fueron detenidos en Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Brandemburgo y Hesse.
La Policía registró 13 propiedades allí, así como en Sajonia y Turingia. Otros tres sospechosos ya estaban detenidos en ese momento. Debido a la edad de los sospechosos, algunos de ellos tuvieron que comparecer con sus padres ante el juez instructor del Tribunal Federal de Justicia de Karlsruhe. Salvo un sospechoso puesto en libertad en julio, todos los demás se encuentran en prisión preventiva.
La Fiscalía federal atribuye al grupo tres atentados y planes de atentado, entre ellos un incendio provocado en un centro cultural de Altdöbern, en el estado de Brandeburgo, un intento fallido de atentado contra una vivienda de solicitantes de asilo en Schmölln, en Turingia, y planes de atentado contra un alojamiento de solicitantes de asilo en Senftenberg, también en Brandeburgo.
Nadie resultó herido durante los incidentes. Varios miembros del grupo también fueron acusados de robar y golpear a personas, causándoles lesiones importantes, según la declaración del fiscal.
Según documentos publicados en julio, los miembros del grupo planeaban "desencadenar una guerra racial en la que se pondría en marcha una espiral de violencia y contraviolencia para preservar la 'raza blanca' y, en última instancia, eliminar la democracia liberal", informó la agencia de noticias alemana dpa.
Al parecer, publicaron mensajes racistas y antisemitas en las redes sociales y ensalzaron la Alemania nazi y la ideología nazi.