La ultraderechista y antiinmigrante Alternativa para Alemania ocupa actualmente el segundo puesto en las encuestas, mientras el país se prepara para acudir a las urnas el 23 de febrero.
Más de 200.000 manifestantes se han concentrado en Múnich, ciudad del sur de Alemania, contra el extremismo de extrema derecha en vísperas de las elecciones generales.
El partido ultraderechista y antiinmigración Alternativa para Alemania (AfD) ocupa actualmente el segundo lugar en las últimas encuestas, lo que ha provocado protestas generalizadas en todo el país antes de que los votantes acudan a las urnas el 23 de febrero.
La protesta en el Theresienwiese de Múnich, donde cada año se celebra la Oktoberfest, atrajo a una multitud significativamente mayor de lo esperado, según la agencia de noticias alemana DPA.
Los organizadores del evento estimaron que la multitud podría alcanzar las 320.000 personas, muchas de las cuales portaban pancartas contra la AfD con lemas como 'El racismo y el odio no son una alternativa'.
"Nos manifestamos contra la derecha. Me parece horrible que las ideas de derechas vuelvan a ser aceptables, que esto se vuelva a decir abiertamente", dijo la pensionista Veronika Frank.
La protesta contó con el apoyo de activistas, así como del Festival de Cine de Múnich, iglesias y los clubes de fútbol muniqueses FC Bayern y TSV 1860. La Policía declaró a los medios locales que la manifestación fue pacífica.
Protestas similares atrajeron a grandes multitudes en Hannover, Rostock y otros lugares de Alemania, reflejando otras protestas que se han producido en todo el país en las últimas semanas.
El mes pasado, en la Puerta de Brandeburgo de Berlín, una enorme multitud hizo sonar silbatos, cantó canciones antifascistas y portó pancartas denunciando a la AfD. Los activistas dijeron que esperaban que la manifestación también llamara la atención sobre otros partidos de extrema derecha en Europa y la nueva Administración del presidente estadounidense Donald Trump.
Los manifestantes también se han opuesto recientemente a Friedrich Merz, líder de centroderecha y favorito en las próximas elecciones, y a sus democristianos por haber enviado el mes pasado al Parlamento propuestas de nuevas y duras normas migratorias que recibieron el respaldo de la AfD.
Los manifestantes afirman que Merz y su partido incumplieron la promesa no escrita de todos los partidos democráticos alemanes tras el nazismo de no aprobar nunca ninguna norma o resolución en el Parlamento con el apoyo de partidos nacionalistas de extrema derecha como la AfD. Merz insiste en que su posición no ha cambiado y que no ha trabajado ni trabajará con el partido.
Origen y ascenso de la AfD
La AfD, con 12 años de existencia, entró en el Parlamento nacional en 2017, beneficiándose de la decisión de la entonces canciller Angela Merkel, dos años antes, de permitir la entrada de un gran número de migrantes en el país.
El partido ha negado sistemáticamente que sea racista y en marzo del año pasado llamó a miembros de la formación de origen extranjero a declarar ante un Tribunal para demostrar que no lo es.
Pero una de las promesas clave de su manifiesto, publicado el mes pasado, es la "remigración", una expresión utilizada desde hace tiempo en los círculos de extrema derecha para describir las deportaciones masivas de inmigrantes. Otras promesas del partido han resultado igualmente controvertidas, como la abolición del euro y la vuelta al marco alemán y la reintroducción del servicio militar obligatorio.