Kiev y Moscú alcanzaron un inusual acuerdo de alto el fuego temporal en torno a la central de Zaporiyia, ocupada por Rusia, para permitir las reparaciones y evitar así un posible accidente nuclear.
En la noche del sábado al domingo, a escasas horas de la reunión prevista entre los presidentes Donald Trump y Volodímir Zelenski en Estados Unidos, Rusia lanzó más de 40 drones en una nueva ofensiva contra Ucrania.
Los ataques afectaron a varias regiones, entre ellas la de Donetsk, donde un hombre de 51 años murió cuando un artefacto estalló en el jardín de su casa. Otras cinco personas resultaron heridas en la región de Jersón.
Mientras tanto, decenas de bomberos luchaban contra un incendio en una zona residencial con la esperanza de salvar los hogares de la gente, tras un ataque con drones en la región meridional de Odesa.
Además, una instalación energética en la región de Sumy recibió dos impactos; el segundo de ellos, cuando los equipos de rescate acudieron al lugar de los hechos, según el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania.
Kiev y Moscú alcanzaron un inusual acuerdo de alto el fuego en torno a la central de Zaporiyia, ocupada por Rusia, para permitir reparaciones y evitar así un posible accidente nuclear.
Rusia difundió imágenes que, según dice, muestran a unidades de artillería disparando sobre posiciones ucranianas en un lugar no revelado de la región de Donetsk. En respuesta, Ucrania llevó a cabo sus propios ataques.
Los drones ucranianos atacaron la planta petrolífera de Syzran, en la región rusa de Samara, así como varios emplazamientos militares rusos en territorio ucraniano ocupado, según fuentes ucranianas.
Mientras tanto, se están llevando a cabo gestiones diplomáticas, ya que el presidente Zelenski ha viajado a Miami, en Florida, para discutir con su homólogo estadounidense la última propuesta de paz.