La intervención del ejército turco en el sureste de Turquía se ha cobrado ya la vida de al menos 36 civiles. Según la turca Asociación pro Derechos
La intervención del ejército turco en el sureste de Turquía se ha cobrado ya la vida de al menos 36 civiles. Según la turca Asociación pro Derechos Humanos es la consecuencia de quince días de enfrentamientos de unidades de policía y del ejército y combatientes kurdos.
El ejército turco ha declarado el toque de queda en las localidades de Cizre y Silopi, en la provincia de Sirnak, fronteriza con Siria e Irak y de mayoría kurda. La vida en las ciudades controladas por el ejército se mueve en los márgenes de un estado de sitio.
La población no puede hacer su vida normal y se siente asediada, como explica el dueño de una tienda en Cizre, Abdullah Deger: “Como comerciantes, estamos bajo mínimos. Para cubrir las necesidades de la gente, ponemos nuestras vidas en peligro y abrimos nuestras tiendas. ¿Cuánto tiempo va a durar esto?”
La opinión de otro comerciante de Cizre, Ramazan Simsek: “Sufrimos cortes de luz y de agua. La salud mental de todo el mundo es mala pero los que sufren especialmente son los niños; no pueden ir al colegio pasan mucho tiempo sin clase, ahora mismo nuestra situación es verderamente lamentable”.
En Cizre murieron 22 personas y en Silopi, 14, según los datos de los hospitales de la zona. Según organizaciones de derechos humanos la cifra de muertos puede ser superior a los 36 estimados ya que numerosos cadáveres han sido abandonados en la calle, al imposibilitar el toque de queda su traslado al hospital.