Los bombardeos de la coalición se han concentrado estas últimas semanas en destruir infraestructuras yihadistas, como campos de entrenamiento, instalaciones petroleras bajo su control y hasta su banco
A lo largo de estas últimas semanas hemos constatado un retroceso de Dáesch. Pero la determinación que muestra este grupo nos obliga a mejorar nuestras acciones
El monasterio de San Elías de Mosul, borrado del mapa. 1400 años de antigüedad reducidos a escombros con cartuchos de dinamita. El templo cristiano con más historia de Irak es la última víctima de la campaña de destrucción de patrimonio monumental perpetrada por el grupo Estado Islámico. Imágenes de satélite obtenidas por la agencia Associated Press confirman la desaparición por completo del monasterio.
Mientras en París, los ministros de Defensa de la coalición anti Dáesch aseguran que los yihadistas están perdiendo terreno:
Jean-Yves Le Drian, ministro francés de la Defensa:
“ A lo largo de estas últimas semanas hemos constatado un retroceso de Dáesch. Pero la determinación que muestra este grupo nos obliga a mejorar nuestras acciones. Debemos continuar la lucha contra esta organización en todos los frentes, hasta extirparla sobre el terreno y de las conciencias”
Al término de la rueda de prensa en París, Le Drian subrayó en declaraciones a la agencia DPA que las capitales de facto del EI en Siria e Irak, Al Raqqa y Mosul, deben ser reconquistadas.
Los bombardeos de la coalición se han concentrado estas últimas semanas en destruir infraestructuras yihadistas, como campos de entrenamiento, instalaciones petroleras bajo su control y hasta su banco central en Mosul. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos los últimos ataques han debilitado económicamente al grupo.