Los ataques del Dáesh contra el sector petrolero libio se intensificarán si no se llega a una acuerdo para poner en marcha un gobierno de unidad
Los ataques del Dáesh contra el sector petrolero libio se intensificarán si no se llega a una acuerdo para poner en marcha un gobierno de unidad nacional. Es el pronóstico de los responsables de la compañía estatal, que desde hace meses asisten con impotencia a un aumento de los sabotajes por parte del grupo terrorista. El último, se produjo el viernes en la planta de Fida, que sirve de puente de abastecimiento para la región de Ras Lanuf, una de las más golpeadas por los comandos yihadistas.
Entre tanto, el ejército sigue enfrascado en la batalla de Bengasi. En los últimos días, el mando militar asegura que sus tropas han ganado nuevas posiciones con la última ofensiva terrestre, aunque los tres frentes siguen abiertos en la segunda ciudad del país. Los insurgentes mantienen, además, el control de Sirte.
Por el momento, no hay visos de que la situación política pueda desbloquearse, debido a las divisiones que persisten en el seno del Parlamento. Desde la muerte de Gadafi, la producción de crudo libio se ha reducido en más de un millón seiscientos mil barriles diarios.