Por unanimidad, el conservador Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la mayor fuerza del país, ha decidido romper con el Ejecutivo de
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Por unanimidad, el conservador Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la mayor fuerza del país, ha decidido romper con el Ejecutivo de Dilma Rousseff y se ha declarado independiente.
Un varapalo para la mandataria socialista ya que el apoyo del PMDB es fundamental de cara a un posible juicio contra Rousseff con miras a su destitución.
Esta formación cuenta con las primeras minorías en el Parlamento y el Senado y sus votos son decisivos.
Artífice de la alianza estratégica entre estas dos formaciones ideológicamente antagonistas, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva no ha podido evitar la ruptura. “Permitid que esta mujer tenga la tranquilidad necesaria para gobernar este país. Permitid que tenga el tiempo necesario para pensar en este país y judgadla cuando haya terminado su mandato”, pedía Lula, investigado por supuesta corrupción.
El Partido de los Trabajadores teme un posible efecto dominó del resto de formaciones que integran la variopinta coalición de Gobierno, en un momento extremadamente delicado para el futuro político de la presidenta y el expresidente brasileños.