El primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, ha advertido que la crisis política que envuelve a su país podría obstaculizar la guerra contra el Dáesh
El primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, ha advertido que la crisis política que envuelve a su país podría obstaculizar la guerra contra el Dáesh.
La crisis entre los parlamentarios se intensificó esta semana con la cancelación de dos sesiones de votación, para confirmar o rechazar la reestructuración del Gobierno. Al-Abadi planea esta reorganización del Gabinete como parte de su estrategia para disminuir la corrupción.
Si el conflicto afecta el trabajo en el Parlamento, en las calles de la ciudad de Basora, al sudeste de Irak, cientos de personas se manifiestan para que el Gobierno tome medidas en la lucha contra la corrupción.