La policía francesa, persiguiendo a un grupo de migrantes. Una imagen habitual en los alrededores de Calais. Se trata de indocumentados que buscan
La policía francesa, persiguiendo a un grupo de migrantes. Una imagen habitual en los alrededores de Calais. Se trata de indocumentados que buscan abordar los camiones que pasan por la carretera que lleva al puerto francés para poder ir al Reino Unido. Hacen todo lo posible para lograrlo, incluso lanzan ramas de árboles para que los vehículos se vean obligados a detenerse, poniendo también en peligro la vida de los conductores. Para evitar que se repitan estos hechos, el Gobierno británico ha decidido extender en 300 metros el vallado que ya existe en la calle que da a la carretera que va hacia el puerto. En ella, además, construirá un muro de cuatro metros de alto. De esta forma también pretende asegurar la fluidez del tráfico, esencial para la economía de la ciudad.
El Reino Unido financiará la construcción de la valla y el muro, que tendrá un coste de unos ocho millones de euros. Se prevé que el proyecto esté finalizado antes de verano.
En la actualidad hay entre 3.500 y 5.000 migrantes viviendo en Calais y sus alrededores a la espera de poder alcanzar territorio británico.