Unos 400 militantes de izquierdas fueron arrestados por la fuerza del orden tras intentar bloquear los accesos al recinto ferial de Stuttgart. La
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Unos 400 militantes de izquierdas fueron arrestados por la fuerza del orden tras intentar bloquear los accesos al recinto ferial de Stuttgart.
La policía ha decidido liberarlos a cuenta gotas a lo largo del sábado para evitar que vuelvan a reunirse frente al congreso.
Muchos manifestantes portaban pancantas con eslóganes contra las posiciones antiinmigración e islamófobas de Alternativa para Alemania.
“No podemos permitir que el AfD se reúna sin que nadie se oponga puesto que es un partido que va más allá de posiciones racistas, fomenta la exclusión y la división social desde la política”, asegura el portavoz del Grupo contra la AfD, Dominik Schmeiser.
En el interior, las dos alas de la formación se han tomado el pulso. La líder del partido, Frauke Petry, no ha conseguido granjearse el apoyo de la corriente dominante, la más radical que pregona sin tapujos propuestas islamófobas y su acercamiento al Frente Nacional francés y a la ultraderecha austríaca de FPÖ.
La AfD define su línea política este fin de semana envalentonada por los últimos resultados obtenidos en las regionales de marzo y la erosión de la gran coalición de Angela Merkel.