Lamiya Aji Bashar es una superviviente y una luchadora.
Lamiya Aji Bashar es una superviviente y una luchadora. Tiene 18 años. Es iraquí y pertenece a la minoría religiosa yazidí.
Logró escapar del grupo Estado Islámico, al quinto intento. Aunque resultó gravemente herida por una mina antipersona. Sus dos compañeras de huida, una joven de 20 años y una niña de 8, murieron.
El tío de la joven que la ha acogido explica que la mayoría de los miembros de su familia han sido asesinados o están desaparecidos.
Lamiya cuenta que durante 19 meses fue una esclava sexual y fue vendida varias veces. Habla de las violaciones y las torturas y de cómo redoblaban los golpes cada vez que intentaba escapar, pero que nunca se dio por vencida.
Ella y su familia fueron secuestrados en agosto de 2014. Desconoce qué pasó con sus padres, aunque cree que han muerto. Cinco hermanas y un hermano lograron huir como ella, pero su hermana pequeña, Mayada, de 9 años, sigue en manos de los yihadistas.
Su historia es la de miles de mujeres y niñas secuestradas por el grupo Estado Islámico, que considera a los yazidíes infieles.
Los yihadistas y las fuerzas kurdas se disputan todavía zonas del norte de Irak donde solían vivir los yazidíes. La mayoría de los desplazados yazidíes están atrapados en campamentos en territorio kurdo iraquí.