Un supuesto cinturón explosivo fabricado con “sal y galletas” y un detenido, un hombre de veintiséis años con un historial psiquiátrico.
Se trata de un individuo conocido de la policía belga por sus problemas psicológicos
Un supuesto cinturón explosivo fabricado con “sal y galletas” y un detenido, un hombre de veintiséis años con un historial psiquiátrico. Un individuo que había hecho saltar las alarmas bien temprano, tras llamar a la policía para denunciar que era objeto de un secuestro y que llevaba un artefacto adosado a su cuerpo que iba a accionar una tercera persona por control remoto.
“Se trata de un individuo conocido de la policía belga por sus problemas psicológicos. Además fue objeto de unas diligencias de la Fiscalía federal en 2014 y, más recientemente, se puso en contacto con la policía para denunciar que estaba siendo forzado para viajar a Siria y combatir con el Dáesh”, ha explicado la portavoz de la Fiscalía de Bruselas, Rym Kechiche.
Aunque todo ha quedado en un susto, las autoridades belgas continúan investigando al detenido para descartar cualquier vínculo con actividades terroristas. La falsa alarma ha obligado a desalojar el centro comercial City 2 y a suspender temporalmente el servicio en parte de las líneas 1 y 5 del metro de la capital belga.
La situación ha provocado la reunión urgente del Centro de Crisis belga que ha decidido mantener el nivel 3 por alerta terrorista sobre un máximo de 4.
Réunion terminée au Centre de crise. Niveau 3 et mesures de sécurité restent inchangées #city2
— CrisisCenter Belgium (@CrisiscenterBE) 21 juin 2016
La última gran operación antiterrorista en Bélgica tuvo lugar el viernes pasado, la víspera del partido de la Eurocopa entre Bélgica e Irlanda. Se practicaron un total de cuarenta detenciones. Tres de los detenidos pasaron a disposición judicial por “intento de asesinato con móvil terrorista” y “participación en actividades de un grupo terrorista”.