El mundo torna su mirada hacia París, donde esta noche se juega la final de la Eurocopa 2016.
El mundo torna su mirada hacia París, donde esta noche se juega la final de la Eurocopa 2016. Las selecciones de Francia y de Portugal se disputan un lugar en la historia. Para los locales se trata de una ocasión de oro que no se puede desperdiciar y cuya trascendencia va más allá de lo meramente deportivo:
- “Va a unirnos, el país volverá a estar más unido. La gente estará menos dispersa. Solo por esa razón necesitamos ganar. Calmará a todo el mundo y todos volveremos a querernos los unos a los otros, negros, verdes, blancos, todos… Como en la Copa del Mundo en 1998”, afirmaba un vecino de París.
Semifinalista en las últimas cuatro Eurocopas, la “selecção” está harta de ser dama de honor en lugar de la novia. El primer paso para romper el maleficio lo dio al clasificarse para la final, aunque esta noche no le bastará con decir “sí, quiero”…
- “Portugal va a ganar, no importa si es por uno a cero. Solo tienen que jugar lo suficiente para ganar”, aseveraba un lisboeta.
Mientras tanto, las camisetas de ambas selecciones se venden como rosquillas. Muchos aficionados quieren ver encuentro enfundados en los colores de su combinado nacional.