Cuenta atrás para el desmantelamiento total del campo de refugiados francés de Calais

“El lunes nos vamos”, anuncia esta profesora a los jóvenes que durante meses han recibido formación en esta escuela.
Muchos de los cerca de 6.500 inmigrantes censados han hecho ya sus maletas, mientras los voluntarios les informan de sus derechos.
“Estamos hablando con ellos y dándoles toda la información posible. Queremos asegurarnos de que cuando llegue el lunes, en lugar de sentirse sorprendidos, enfadados o asustados, sean pragmáticos y sepan lo que va a pasar. Ya saben que no hay nada que hacer y están listos. Solo dicen: Sabíamos que esto iba a llegar. Es hora de irse”, explica Claire Mosley, fundadora de la ONG Care 4 Calais.
Los refugiados serán trasladados a centros de acogida de todo el país.
Las organizaciones denuncian la ausencia de un plan creíble para reubicar al millar de menores migrantes no acompañados.
“Este es el único campamento en Francia. En París, todo el mundo se queda en las calles. Pero este campamento lo van a quemar el lunes”, se lamenta este joven.
Unos 1.200 policías participarán en esta operación que durará cerca de una semana y que las organizaciones humanitarias han intentado frenar en los tribunales argumentando que un desalojo precipitado puede desembocar en catástrofe.