El Parlamento turco ha aprobado una ley que permitirá suspender las condenas por agresiones sexuales a menores, si los agresores se casan con sus víctimas.
El Parlamento turco ha aprobado una ley que permitirá suspender las condenas por agresiones sexuales a menores, si los agresores se casan con sus víctimas. El proyecto de ley debe ser validado, en segunda lectura, en los próximos días.
El texto ha provocado la indignación de la oposición, de colectivos feministas y de defensa de los niños, y de parte de la sociedad turca.
La edad mínima legal para casarse en Turquía es 17 años, con la autorización parental. Sin embargo, en zonas rurales, sobre todo del este del país, sigue siendo habitual “casar” a las hijas a los 15 años o antes, en una ceremonia religiosa y sin pasar por el registro civil. Toda relación sexual con alguien menor de 18 años es considerada abuso si se denuncia. Si hay una diferencia de más de cinco años, se persigue de oficio, sin necesidad de denuncia.
“Hay quienes se casan con menores de edad. No conocen la ley. Luego tienen hijos, el padre va a la cárcel y los niños se quedan solos con sus madres. Hemos encontrado unas 3.000 familias así. Esta es una ley para eliminar esta victimización, una sola vez”, ha declarado el primer ministro turco, Binali Yildirim.
El islamista AKP, en el Gobierno, asegura que lo que pretende esta medida temporal es suavizar la aplicación de una reciente reforma que agrava las penas por abusos a menores.
“Amnistía a los violadores”
Para la oposición, la ley es una “amnistía a los violadores” y alienta los matrimonios con adolescentes y niñas.
Bajo el lema “El abuso no se puede legalizar”, agrupaciones feministas se manifiestan en las calles de Turquía.
Activistas turcas aseguran que un tercio del total de los matrimonios en Turquía implican a menores.
Según Unicef, un 15% de las jóvenes de entre 20 y 24 años se casaron antes de cumplir la mayoría de edad.