Intensos combates en un territorio que cada día es más reducido para los opositores al régimen sirio en el sudeste de Alepo, acosados por el Ejército gubernamental y sus aliados…
Intensos combates en un territorio que cada día es más reducido para los opositores al régimen sirio en el sudeste de Alepo, acosados por el Ejército gubernamental y sus aliados rusos.
“Entre la rendición y la muerte” es como un oficial rebelde ha definido la situación en los recientes encuentros diplomáticos organizados en Europa.
Cuatro años después, el régimen sirio vuelve a controlar los barrios a los que los ciudadanos están regresando, en busca de lo que queda de sus hogares. Un panorama que, como explica Mohamad Lababidi, propietario de un local en el casco viejo de Alepo, cuesta reconocer: “Es la primera vez que vengo en cinco años. Escuché que hay gente regresando, por eso he vuelto”.
“Estoy impactado y triste, sorprendido. Había regresado antes, pero no estaba tan destruido como ahora. Es la destrucción de la civilización. Han destruido la herencia del emplazamiento arqueológico más antiguo de la tierra”, declaró Mohamad Shaaban, ex director del Museo de Alepo.
Cientos de miles de personas siguen intentado huir de los barrios de Saladino, Bustán al Qasr y Al Zebdiya, donde tanto la aviación como la artillería gubernamental está intentando recuperar el control de la ciudad.
Desorientadas y desesperadas miles de personas se conforman ahora con no estar bajo las bombas, y esperan recibir la ayuda humanitaria que sigue sin llegar.