Geert Wilders, el líder que sacude la política holandesa

Geert Wilders, el líder que sacude la política holandesa
Por Euronews
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Con el nacionalismo como bandera, Geert Wilders promete devolver Holanda a los holandeses, un país, dice “secuestrado, por la burocracia de Bruselas y las élites…

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Con el nacionalismo como bandera, Geert Wilders promete devolver Holanda a los holandeses, un país, dice “secuestrado, por la burocracia de Bruselas y las élites políticas.” Un lenguaje de “outsider” para un veterano de la política; el líder del Partido de la Libertad es diputado en el Parlamento holandés desde hace 20 años.

En 2005 hacía campaña contra la Constitución europea antes de fundar su partido, el PVV, cuyos pilares ideológicos son el euroescepticismo, la antiinmigración y sobre todo, el antiislamismo. 2002 marco un antes y un después en su vida: el asesinato del populista Pim Fortuyn, de quien es heredero político directo, le marcó profundamente, al igual que el del cineasta Theo van Gogh dos años después.

A lo largo del tiempo, su tono se ha ido endureciendo y asegura que no lograrán silenciarle pese a que ya fue condenado por discriminación el año pasado, tras prometer “menos marroquíes en Holanda”.
En 2012 Geert Wilders, que acusa al Islam de discriminar a las mujeres, llegó incluso a criticar públicamente a la reina Beatriz de Holanda por llevar velo durante una visita a una mezquita en Omán.

Tan adorado como detestado, su figura divide a un país que presume de una larga tradición de tolerancia multicultural. Nacido en 1963 en Venlo, en el sudeste de Holanda, Wilders creció en el seno de una familia católica junto con su hermano y dos hermanas.

Esto es lo que su hermano Paul dijo a euronews sobre el líder holandés, muy crítico con la intolerancia de los demás: “Es mi hermano, pero desprecio las ideas que defiende. Mi hermano lo único que entiende es que o estás con él o estás en su contra. No distingue.”

Calificado de solitario por sus allegados, Wilders está aislado tanto física como políticamente: muchos de sus mítines de campaña han tenido que cancelarse por motivos de seguridad. Casado con una diplomática húngara judía, a la que solo puede ver dos veces por semana, también por motivos de seguridad, la pareja no tiene hijos. Su mundo se limita al Parlamento y a su casa, no participa en ningún acto social.

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