Pese a las críticas y protestas dentro y fuera del país, el Parlamento húngaro ha aprobado una polémica ley dirigida contra la universidad del filántropo estadounidense de origen húngaro George…
Pese a las críticas y protestas dentro y fuera del país, el Parlamento húngaro ha aprobado una polémica ley dirigida contra la universidad del filántropo estadounidense de origen húngaro George Soros.
El texto exige a las universidades extranjeras que tengan una sede en su país de origen, algo que no cumple la Central European University, el prestigioso y progresista centro financiado por Soros.
“Ni siquiera las organizaciones de George Soros pueden estar por encima de la ley” decía de forma inequívoca uno de los ministros del Gobierno.
El resultado es que la CEU de Budapest, en la que estudian en inglés unos 1400 jóvenes de todo el mundo, podría verse abocada al cierre. Como explica Liviu Matei, uno de los responsables del centro, el Gobierno de Viktor Orbán “tenían la intención de aprobar la ley cuanto antes, sin escuchar a nadie, ni a los ciudadanos húngaros, ni a los académicos, ni a las universidades, ni a las organizaciones internacionales. ¡No escucharon a nadie!”, se lamenta.
Para Human Right Watch esta ley busca “acallar en Hungría las voces críticas”. De hecho, el ultranacionalista y ultraconservador Orbán es un declarado enemigo ideológico de Soros y de su concepto de sociedad abierta.
Por segunda vez en pocos días, miles de personas han salido a la calle en Budapest en defensa de la universidad. Muchos de los manifestantes portaban carteles con la palabra “veto” para pedir al presidente húngaro, János Áder, que haga uso de su derecho de veto y no firme la ley.