Miles de argentinos tomaron el miércoles el centro de Buenos Aires para protestar contra la reducción de condenas a represores de la dictadura militar.
Convocada por asociaciones de Derechos Humanos, la protesta se tiñó de blanco para rendir homenaje a las Abuelas de la Plaza de Mayo.
La semana pasada, la Corte Suprema decidió aplicar la llamada ley del “2×1” a un hombre condenado a 13 años de prisión por torturas y secuestros cometidos en una cárcel clandestina.
Ante el escándalo desatado en las calles de la capital, diputados y senadores aprobaron, también el miércoles, una iniciativa que impide la aplicación de la ley a condenados por delitos de lesa humanidad, genocidio o crímenes de guerra.
El presidente de Argentina también manifestó su rechazo. “Estoy en contra de cualquier herramienta que sea a favor de la impunidad. Más aún cuando esa herramienta se quiere aplicar para delitos de lesa humanidad”, afirmó Mauricio Macri.
La llamada ley del “2×1”, en vigor de 1994 a 2001, establece que si la detención preventiva de un imputado dura más de dos años, a partir de entonces cada día se computa doble a la hora de establecer la duración de su condena.