Las fuerzas de seguridad iraquíes esperan expulsar a los yihadistas del grupo Estado Islámico antes del 26 de mayo.
Recuperar Mosul es cuestión de días, según las fuerzas de seguridad iraquíes. El Ejército cree que antes del 26 de mayo, cuando comienza el mes sagrado del Ramadán, habrá expulsado a los yihadistas del autoproclamado Estado Islámico que controlan la ciudad desde 2014. Desde entonces unas 600.000 personas han huido de los combates.
Los que se quedan no tienen agua potable, ya que las tuberías han sido destruidas y las botellas que llegan de la ayuda internacional no son suficientes para todos. Por eso han excavado pozos con los riesgos sanitarios que eso conlleva. La comida y los alimentos también escasean. Según Unicef unos 220.000 menores de edad siguen atrapados en los barrios bajo el control de los terroristas y se encuentran en peligro extremo.
Esta semana la ONU ha reabierto una planta de saneamiento de agua con la que esperan abastecer a las zonas recuperadas, aunque estas personas tardarán tres meses en poder beneficiarse de estas instalaciones.