Las elecciones, con 7.744 candidatos en liza, definirán si el primer ministro Mohammed Shia al Sudani logra un segundo mandato en un clima marcado por las tensiones regionales.
En vísperas de las elecciones parlamentarias que se celebran en Irak el próximo 11 de noviembre, miembros de las fuerzas de seguridad y desplazados que viven en campamentos acudieron a votar el domingo en los comicios anticipados. Se estima que unos 1,3 millones de militares y agentes de seguridad, junto con 26.000 desplazados internos, están habilitados para sufragar.
En total, 7.744 candidatos compiten por escaños en el Parlamento, la mayoría de ellos vinculados a partidos alineados con intereses sectarios. Estos comicios ayudarán a definir si el primer ministro Mohammed Shia al Sudani logra un segundo mandato, en un contexto marcado por la tensión regional entre Israel e Irán y por el delicado equilibrio que Irak mantiene entre Teherán y Washington.
La minoría yazidí vuelve a votar
Los yazidíes, muchos de los cuales huyeron de sus hogares hace más de una década durante los ataques del autodenominado Estado Islámico (EI), participaron en la votación desde un campamento cerca de Duhok, en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí. Muchos aún no han podido regresar a sus aldeas debido a disputas políticas y a la falta de infraestructuras básicas.
Durante su campaña de terror, los militantes del EI devastaron el distrito de Sinjar, en la provincia de Nínive, matando y esclavizando a miles de yazidíes, a quienes el grupo extremista consideraba herejes.
Desde la derrota del EI en Irak y Siria, algunos miembros de esta comunidad han regresado a Sinjar, aunque muchos no ven un futuro allí: no hay fondos para reconstruir viviendas, las infraestructuras siguen destruidas y diversos grupos armados controlan la zona.
Edris Zozani, un yazidí desplazado que votó en el campamento, explicó que optó por el Partido Democrático Kurdo (PDK), uno de los dos principales partidos kurdos del país, con fuerte influencia en Duhok.
"Si tuviéramos candidatos yazidíes independientes, no podrían representarnos eficazmente", argumenta. "Pero si van al Parlamento como parte de listas fuertes, como el PDK, estarían en mejor posición para apoyar a la comunidad yazidí".
Soldados y policías acuden a las urnas en Bagdad
En la capital iraquí, soldados y policías también ejercieron su derecho al voto, junto con miembros de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), una coalición de milicias mayoritariamente chiíes, respaldadas por Irán, que combatieron al Estado Islámico. Aunque la coalición fue incorporada formalmente al Ejército iraquí en 2016, en la práctica sigue operando con amplia autonomía.
El futuro de las FMP será uno de los temas más delicados para el próximo Parlamento, en medio de las tensiones entre Bagdad y Washington por la presencia de milicias apoyadas por Irán en territorio iraquí. El Parlamento estudia actualmente proyectos de ley que consolidarían la relación entre las fuerzas armadas y las FMP, una medida que ha generado objeciones por parte de Estados Unidos.
"He votado a favor de la lista que defiende a las FMP", dijo un miliciano tras votar en Bagdad, bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con periodistas. Varios de los grupos armados que integran las FMP mantienen vínculos directos con partidos políticos que participan en las elecciones.