PUBLICIDADAlegría desbordada en Irán entre los seguidores de Hasan Rohaní. Miles de ciudadanos han salido a las principales calles y plazas de Teherán, la capital del país, para celebrar la reelección del presidente y han pedido incluso la libertad de dos activistas presos por el régimen. A pesar de las críticas por la lenta recuperación económica, era un día para recordar los méritos del mandatario.
Una mujer subraya la importancia del seguro médico implantado durante la última legislatura. Tiene un ser querido con cáncer y asegura que antes el coste de cada prescripción era de un millón de riales y ahora ha bajado a 1.400. Para ella, Rohaní ha hecho un gran trabajo.
El presidente ha conseguido el 57% de las papeletas, dejando a su inmediato seguidor, el conservador Ebrahim Raisí, con un 38% y evitando así la segunda vuelta. “La nación de Irán he elegido el camino de la interacción con el mundo, lejos de la violencia y el extremismo. Nuestro país quiere vivir en este mundo de forma amigable. Pero no estamos listos para ser humillados y amenazados”, ha dicho Rohaní, quien ha mostrado su deseo de que escucharan su mensaje sus vecinos regionales y las grandes potencias, muchos de ellos enemigos del país persa.
La fiesta ha durado hasta bien entrada la noche con el optimismo disparado, a pesar de las limitaciones que el régimen impone al jefe de Gobierno y que incluyen el derecho de veto a sus decisiones y el control del Ejército. “Votamos por el señor Rohaní para que continuara su gran trabajo diplomático y también para que preste más atención a los jóvenes del país”, explicaba un ciudadano.
“El espectacular número de votos de Rohaní es un firme apoyo para él y su Gobierno con el fin de que siga la ruta que ya ha comenzado”, concluye Javad Montazeri, corresponsal de Euronews.