El proceso de normalización dependerá de la celebración de elecciones libre y otros avances democráticos
Donald Trump está a punto de arremeter contra otra de las grandes iniciativas de Barack Obama: el acercamiento a Cuba. Este viernes, el presidente estadounidense anunciará desde Miami un giro en la política de Washington hacia la isla. Según fuentes de la Casa Blanca, Trump supeditará el proceso de normalización con Cuba a que se produzcan avances democráticos, entre ellos, la celebración de elecciones libres y la liberación de presos políticos.
No habrá una interrupción brusca de los intercambios comerciales con la isla, pero sí se espera que Trump tome medidas que afectarán al turismo, que está viviendo un auténtico boom: cerca de 300.000 estadounidenses visitaron Cuba en los primeros cinco meses de este año. Entre esas medidas estará una prohibición de todas las transacciones con los servicios militares y de inteligencia cubanos, teniendo en cuenta que las Fuerzas Armadas controlan un poderoso holding empresial omnipresente en el sector turístico cubano. En principio, las aerolíneas y los cruceros no se verán afectados.