Un ataque de chavistas a la Asamblea Nacional deja una veintena de heridos. El edificio estuvo asediado durante más de siete horas.
La violencia política en Venezuela ha alcanzado nuevas cotas con el brutal asalto de chavistas al Parlamento, que estuvo asediado durante más de siete horas.
Un grupo violento penetró en la cámara y golpeó con palos, piedras y objetos contundentes a políticos, periodistas y trabajadores, dejando una veintena de heridos, siete de ellos, diputados. Cinco de ellos, con importantes traumatismos y heridas por las que sangraban copiosamente, tuvieron que ser hospitalizados. Es el caso de Américo de Grazia, quien sufrió convulsiones en el centro médico al que fue trasladado.
“Para quienes vean las escenas de la Asamblea es posible que se equivoquen pensando que estamos enfrentando un Gobierno fuerte. Se equivocan. Un Gobierno que hace lo que hizo hoy el Gobierno con su Parlamento es un Gobierno débil, es un Gobierno caido, es un Gobierno cobarde”, dijo ante los presentes Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional.
Agentes de la Guardia Nacional Bolivariana expulsaron a los agresores, pero la oposición les acusa de “pasividad” y de haber permitido un nuevo ataque al Parlamento, el segundo en ocho meses, y el asedio de un edificio en el que había más de 300 personas. El asalto se produjo el mismo día que la Cámara aprobó convocar un plebiscito contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
El Tribunal Supremo asegura que castigará a los responsables de la “barbarie” en la Asamblea Nacional. El presidente Nicolás Maduro, por su parte, condenó los hechos y ordenó abrir una investigación para que “se haga justicia”.