Colombia ha declarado la guerra al ganado procedente de Venezuela. El Gobierno de Santos ha ordenado sacrificar a todas las reses que lleguen del país vecino o que circulen sin un certificado de movilización para tratar de poner fin al brote de fiebre aftosa que desde hace un mes causa estragos en varias regiones colombianas.
Se cree que el virus llegó a Colombia a través de ganado de contrabando venezolano comprado por ganaderos sin escrúpulos. “El procedimiento que hemos realizado hasta ahora está verificado y aprobado por los expertos internacionales”, explica Aurelio Iragorri, ministro de Agricultura.
El foco de fiebre aftosa se localizó a finales de junio en una hacienda en el departamento de Arauca, en la frontera con Venezuela, y desde allí se dispersó por otras 13 zonas del país. En menos de un mes han sido sacrificadas cientos de reses.