PUBLICIDADFrauke Petry, colíder de la ultraderechista Alternativa para Alemania, y su esposo Marcus Pretzell, líder de la AfD en el estado regional de Renania del Norte Westfalia, han anunciado que abandonan la formación debido al viraje radical experimentado durante la campaña electoral. La primera lo hizo el lunes. Pretzell este martes y ha justificado su decisión alegando que no es “nada optimista sobre la evolución del partido”, que ha irrumpido con fuerza en el Bundestag hasta situarse como tercera fuerza política del país.
A pesar de las apariencias, la AfD no parece correr un riesgo inmediato de hemorragia en el seno de su flamante grupo parlamentario, que cuenta con 93 escaños. Mientras tanto, muchos alemanes siguen consternados por el resultado electoral:
- “Es una catástrofe que tantas personas hayan votado por AfD. Deberíamos saberlo. Alemania debería saberlo. Es una catástrofe”, afirmaba una vecina de Berlín. – ¿Por qué?, preguntó el periodista. – ¡Han tenido tantos votos!, sentencia.
- “La AfD no se relacionará con el pasado de Alemania. Lo que representa arruina todo lo que el país ha estado haciendo a modo de reparación durante los últimos 60-70 años”, añade otro vecino de la capital.
La formación antimusulmana Pegida ha celebrado el buen resultado de la AfD como una victoria propia, lo que ha acentuado los miedos de buena parte de la población.