Dos desprendimientos de roca ocurridos en las últimas 48 horas en el Parque Nacional de Yosemite, en el Estado de California, se han cobrado la vida de una persona y han dejado heridas a otras dos.
Los desprendimientos ocurrieron en El Capitán, una célebre pared vertical de granito de unos 900 metros de altura, muy popular entre los aficionados a la escalada.
Los responsables del parque han desviado la circulación cercana a El Capitán pero recuerdan que las carreteras del Valle de Yosemite están abiertas.
Según los primeros informes de los expertos, el material rocoso que cayó el miércoles pesaba 1 300 toneladas.
Las nubes de humo sorprendieron a los numerosos visitantes del parque.
Las autoridades de Yosemite han explicado que los desprendimientos de piedra son habituales en este Valle que el año pasado visitaron más de cinco millones de personas.