Uhuro Kenyatta, reelegido presidente de Kenia

La comisión electoral le ha declarado este lunes vencedor de los comicios celebrados pasado jueves al obtener el 98% de los votos. Las elecciones estuvieron marcadas por el boicot de la oposición, que pidió a sus seguidores que no acudieran a las urnas alegando que no había garantías democráticas. Eso provocó que la participación cayera hasta el 38% del 79% registrado en las de agosto, que quedaron anuladas por irregularidades en el recuento.
Kenia está inmersa en una profunda división social y política. Mientras que los afines de Kenyatta salieron a celebrar la victoria, los de la Súper Alianza Nacional mostraron su descontento con el resultado. En el barrio chabolista de Kibera, en Nairobi, y partidario de la oposición, se registraron disturbios nada más anunciarse el resultado electoral. Los manifestantes arrojaron piedras a la policía, que respondió con gases lacrimógenos.
La comunidad internacional ve con preocupación la situación interna del país africano y teme que se repita la violencia postelectoral de 2007, que se saldó con la muerte de más de 1.100 personas y el desplazamiento de más 600.000.