Tanto el director de la filmoteca nacional y la ministra de Cultura se han desmarcado de la polémica
Entre una nube de fotógrafos y rodeado por los gritos de decenas de manifestantes. Así ha sido el recibimiento al director franco-polaco Roman Polanski a la Filmoteca Francesa, que le dedica una retrospectiva.
Los activistas se han concentrado a las puertas del edificio para pedir que no se homenajee a un hombre sobre el que pesan varias denuncias de acoso y abuso sexual.
“Puede hacer todas la películas que quiera, no es un problema, no me importa. Pero hacerle un homenaje sí lo es. Tiene financiación y a otros les gustaría tener el dinero que él tiene. Me molesta”, expresaba una activista.
Inna Shevchenko, del colectivo Femen, cree “que hoy día organizar un evento como este, darle visibilidad a un agresor como Polanski, en lugar de dar más visibilidad y apoyo y solidaridad a esas mujer que sufrieron abusos es un insulto para todos”.
#femen vs VIP (very important pedophile) #Polanskipic.twitter.com/UN3O8TEkSO
— inna shevchenko (@femeninna) 30 octobre 2017
Tanto el director de la Filmoteca, que es en parte una entidad pública, como la ministra de Cultura francesa se han desmarcado de la polémica.
El ganador de la Palma de Oro del Festival de Cannes de 2002 ya sufrió la ira de las feministas francesas en febrero pasado, cuando sus protestas le llevaron a renunciar a presidir la ceremonia de los César del cine francés, para la que había sido designado por la Academia.