PUBLICIDADYa se ha convertido en el quinto más grave en la historia del estado y es el peor de los cinco fuegos que aún siguen activos en el sur de California.
Más de 80.000 hectáreas han quedado arrasadas, 200.000 personas han sido evacuadas y 800 viviendas han quedado destruidas por las llamas esta última semana.
Unos 9.000 bomberos luchan incansablemente para contener su avance, pero las condiciones meteorológicas dificultan su control. Thomas se dirige a las poblaciones costeras, pero gracias a que los vientos de Santa Ana han sido menos fuertes de lo esperado, han conseguido hacer corta fuegos entre Montecito y Carpintería "Es muy cansado, ya que hacemos turnos de 24 horas. Descansamos un poco pero dependiendo de las condiciones puede ser agotador", explicaba un bombero.
"Es irreal, es una auténtico desafío por lo fuerte que es el fuego. Intentamos salir adelante y salvar el máximo de vidas posibles", decía otro.
A pesar de la magnitud de los incendios hasta el momento solo se ha registrado una víctima mortal. Una mujer de 70 años que murió cuando intentaba escapar de las llamas en el condado de Ventura.