Putin y Erdogan cierran el acuerdo en el que llevaban un año trabajando pese a la oposición de la OTAN
Turquía y Rusia cierran un acuerdo para el suministro de sistemas antiaéreos S-400 en el que llevaban trabajando un año.
La compra incluye la cooperación para obtener ganancias tecnológicas y el desarrollo conjunto, según la Subsecretaría de Industrias de Defensa de Turquía.
La venta de este moderno sistema de misiles ruso se ha cerrado por un valor de 2,5 billones de dólares, divididos en cuatro baterías y con un 55% de financiación, y no está exento de polémica. La OTAN ya había advertido a Turquía de que la compra de estos misiles puede suponer la exclusión de Ankara del sistema de defensa antiaérea integrada de la Alianza Atlántica, porque el sistema ruso, aseguran, no tiene cabida en la arquitectura de la OTAN.
Según datos del fabricante, el S-400 puede detectar blancos a una distancia de hasta 600 kilómetros y destruirlos a 400, y vuela a 4,8 kilómetros por segundo. Está diseñado para destruir aviones de combate, cazas furtivos, misiles de crucero y misiles balísticos tácticos y estratégicos, como ya ocurre con el sistema THAAD estadounidense.
El primer envío se espera que llegue en marzo de 2020.