El presidente venezolano anunció el domingo la séptima y última subida del salario mínimo de 2017 ante la explosión de precios. Venezuela acaba el año con una hiperinflación de más del 2700 %, la más elevada del mundo.
PUBLICIDADNicolás Maduro ha acabado 2017 anunciando una subida del salario mínimo del 40 por ciento, la séptima del año, para tratar de aplacar el malestar popular ante la imparable subida de precios.
"Anuncio el aumento del 40% del salario mínimo nacional y de todas las tablas salariales a nivel nacional, de maestros, maestras, militares, policías, médicos, médicas, trabajadores públicos", señaló.
También ha subido, casi el doble, el bono alimentario y también las jubilaciones. Incrementos engañosos, pues a modo de ejemplo, los 248.000 bolívares del salario mínimo equivalen, al cambio paralelo, a menos de 7 dólares.
En este clima se desató la semana pasada la llamada 'revolución del pernil'. La tardanza en el reparto de los jamones que cada Navidad subvenciona el Estado provocó protestas en Caracas y otros puntos del país, donde la población exasperada salió a la calle a reclamar comida y agua.
La tensión hizo que el domingo, durante un reparto de los famosos perniles, un Guardia Bolivariano disparara y matara a una embarazada en Caracas.
Y es que Venezuela ha terminado el 2017 con una hiperinflación del 2735 %, la más elevada del mundo, según la consultora Ecoanalítica, a la que se suma la escasez de alimentos, medicamentos y todo tipo de productos básicos en el país.
Las redes sociales arden con reacciones al aumento del salario mínimo de Maduro.