Zambullidas vigorizantes de Año Nuevo

¡Todos al agua para celebrar el Año Nuevo! ¿Está fría? No pasa nada. Un gorro de lana en la cabeza basta a los bañistas holandeses para soportar los 7 grados de temperatura de las aguas del Mar del Norte. Se calcula de alrededor de 40.000 holandeses han disfrutado este año del tradicional y fresquito baño de Año Nuevo en distintas playas del país.
Una locura contagiosa. En Malo-les-Bains, cerca del puerto de Dunkerque, cientos de irreductibles franceses han plantado cara al atracón y a la resaca de Nochevieja lanzándose al agua disfrazados. Esta fiesta tras la fiesta se ha convertido en una tradición local.
Menos festivo, pero bastante más audaz ha sido el chapuzón de un puñado de valientes en Saaremaa, Estonia, con el agua a solo dos grados.
¿Y quién ha dicho miedo? En Coney Island, en Estados Unidos, cientos de miembros del club Polar Bear (Oso Polar) se han metido en el agua, en medio del hielo y la nieve, con temperaturas exteriores de 8 grados bajo cero. Algunos osaron hasta el bañador con estampado tropical. "Es estimulante y extramadamente frío", dice tiritando Rudy Sanchez, uno de los miembros del club.
Y terminamos nuestro recorrido de zambullidas memorables de Año Nuevo en Roma, donde 4 valientes han hecho honor a una tradición que data de 1946 lanzándose al río Tíber desde el puente Cavour, a 17 metros de altura.