Cada vez más países invierten en este tipo de tecnología.
Decenas de países han empezado ya a utilizarla. Estonia ha fabricado un vehículo terrestre que cuenta con autonomía para seguir una ruta programada y funcionar como sistema de defensa.
"En este negocio hay dos países que están avanzando rápidamente: nuestro aliado, Estados Unidos, y nuestro posible adversario, Rusia", explicaba Kuldar Väärsi, presidente de Milrem Robotics.
Según el fabricante, dentro de diez años los robots cambiarán totalmente el campo de batalla. Los expertos en este sector han advertido repetidamente del peligro que suponen este tipo de armas letales autónomas.