El autodenominado Estado Islámico se atribuye la autoría del atentado contra Save the Children en Jalalabad, en el que ha causado al menos 10 muertos y más de 20 heridos.
En Afganistán, el Dáesh reivindica el ataque perpetrado esta mañana contra la ONG Save the Children, en Jalalabad, al este del país. El atentado, que ha acabado con la vida de al menos diez personas, entre ellos cinco terroristas, y ha herido a más de veinte, obliga a la ONG británica a interrumpir temporalmente sus actividades, tal y como ha expresado el portavoz de la organización. Según fuentes oficiales del Gobierno afgano, en torno a las 9 de la mañana un grupo de hombres armados entraban por la fuerza tras hacer explotar un coche bomba.
Uno de los heridos es Ahmad Wali, conductor de la ONG.
"Me disponía a sacar el coche del garaje cuando de repente un misil golpeó la puerta. Me hirieron en la pierna, así que intenté volver a entrar en la oficina, subir hasta el segundo piso y saltar hacia la casa de al lado para poder escapar".
Este atentado, se produce cuatro días después del ataque talibán perpretado contra un hotel de lujo en Kabul, que causó una veintena de muertos, de entre los cuales 14 eran de nacionalidad extranjera.