Euronews examina las regulaciones de la eutanasia y del suicidio asistido en la Unión Europea.
En noviembre del año pasado se abrió ante el tribunal italiano un juicio contra Marco Cappato, activista radical, presidente de la Asociación pro eutanasia Luca Coscioni. Cappato es juzgado por haber ayudado al tetrapléjico DJ Fabo a cometer suicidio asistido en Suiza.
El día de mañana, miércoles catorce de febrero, el tribunal dará la sentencia.
Pero ¿Qué es la muerte asistida?
La muerte asistida es un concepto que refiere tanto a la eutanasia activa voluntaria, como al “suicido” asistido por un médico, los términos sugieren una diferencia en el grado de implicación del doctor. La eutanasia activa voluntaria implica que sea el médico quien asuma una posición activa en la solicitud del paciente, por lo general suministrando una sustancia letal intravenosa. El “suicidio” asistido implica que el personal médico le administre al paciente medios letales, y que sea este quien los emplee.
¿Cuál es el panorama general de la muerte asistida en la Unión Europea?
Solo tres países aprueban el concepto de "muerte asistida" en su totalidad: Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo. Los primeros dos consideran solicitudes de menores bajo estrictas circunstancias y Luxemburgo los excluye de la legislación.
Suiza, Alemania, Finlandia y Austria permiten el suicidio asistido bajo puntuales escenarios.
Países como España, Suecia, Inglaterra, Italia, Hungría y Noruega permiten la eutanasia pasiva bajo estrictas circunstancias. La eutanasia pasiva es inducida cuando un enfermo padece de una enfermedad incurable y decide no aplicarse tratamientos para prolongar la vida, como por ejemplo, la nutrición o hidratación artificial.