El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha criticado a Ankara con contundencia. Y los incidentes en el mar Egeo planean ahora sobre la cumbre UE-Turquía prevista para marzo.
La tensión en el mar Egeo continúa tras la colisión entre un barco turco y un buque de la Guardia Costera griega. Ambos países reclaman la soberanía sobre los islotes deshabitados de Imia. Y Atenas ha enviado una protesta formal a Ankara tras el incidente.
Pero las autoridades turcas echan la culpa a Grecia. "Recientemente, hemos observado una serie de violaciones que nos han obligado a responder", ha declarado Binali Yıldırım, primer ministro turco. "Hemos acordado con Grecia que es necesario rebajar la tensión y mantener la comunicación abierta a través de los canales políticos y diplomáticos para mejorar la comprensión mutua".
El gobierno griego hace, por su parte, una interpretación muy diferente de los hechos. "Grecia es un país que, a pesar de haber sido provocado varias veces por Turquía, apoya su adhesión a la UE", ha explicado Panos Kammenos, ministro de Defensa griego. "Pero no hay que olvidar que Grecia tiene que defender su integridad territorial, asi como las fronteras de Europa", ha concluido.
Y este no ha sido el único incidente registrado en los últimos días. También Chipre ha protestado después de que barcos militares turcos impideran la realización de una prospección gasística en las aguas de la isla.
La Comisión Europea ha criticado con contundencia a Ankara. "Estoy en contra del comportamiento de Turquía", ha declarado el presidente del ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker.
La tensión amenaza ahora con enturbiar la cumbre que la Unión Europea y Turquía han previsto celebrar en marzo.