Kosovo celebra 10 años de una declaración de independencia que no trajo ni la paz étnica ni la prosperidad. A día de hoy, esta antigua provincia serbia de mayoría étnica albanesa en la que viven algo menos de 2 millones de personas está corroída por el paro y la corrupción.
Kosovo celebra este sábado el décimo aniversario de su declaración de independencia. Los festejos tendrán durante todo el fin de semana en Pristina, la capital de esta antigua provincia serbia de mayoría étnica albanesa a la que socorrió la OTAN en 1999 cuando las tropas de Slobodan Milosevic provocaron un éxodo masivo de la población.
Sin embargo, la independencia no ha trajo ni la paz étnica, ni el reconocimiento unánime de la comunidad internacional (casi un centenar de países, incluida España, no han reconocido la independencia de Kosovo), ni la prosperidad a este territorio de dos millones de habitantes corroído por el paro y la corrupción. Según datos del Banco Mundial, la tasa de desempleo ronda el 30% y alrededor del 17% de la población vive bajo el umbral de la pobreza.