Bachar al-Asad ha dicho que "la operación continúa" y que "no existe contradicción" con una tregua para facilitar la salida de la población civil
Huir es su única esperanza.
Bachar al-Asad no da su brazo a torcer y continuará su ofensiva en Guta Oriental, una zona próxima a Damasco controlada por los rebeldes, sitiada desde hace meses. El presidente sirio ha dicho, en unas declaraciones retransmitidas por la televisión pública, que la "operación continúa" y que no "existe contradicción" con una tregua para que la población civil pueda abandonar los municipios asediados.
Sólo en estas últimas horas, los bombardeos han provocado la muerte de 34 civiles según fuentes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El rastro de la destrucción es enorme.
Estas imágenes difundidas por el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación y la Investigación (UNITAR), muestran el alcance de la catástrofe en diversas zonas de Guta Oriental. En las fotografías, correspondientes al viernes, se aprecia el alcance de los daños si se comparan con las de hace una semana.
Un responsable de los equipos de ayuda humanitaria de Naciones Unidas calcula que unas 400.000 personas están sometidas a un "castigo colectivo inadmisible" en Guta Oriental.
Algo "ilegal" al amparo de la Convención de Ginebra.