La misteriosa muerte de otro enemigo del Kremlin

Una semana después del envenenamiento del exespía Sergei Skripal en el Reino Unido, las fuerzas antiterroristas británicas se han hecho cargo de la investigación de la por ahora misteriosa muerte de otro ciudadano ruso enemigo del Kremlin:
Nikolai Glushkov, de 68 años, encontrado sin vida este lunes en su casa de Londres por causas no aclaradas.
La policía no ha encontrado de momento pruebas que relacionen ambos casos.
Glushkov recibió asilo político en el Reino Unido en 2010, después de haber cumplido tres años de cárcel en su país, condenado por fraude en la compañía aérea Aeroflot, de la que fue subdirector. El año pasado volvió a ser sentenciado por la justicia rusa a ocho años de prisión, esta vez en ausencia, por un delito similar. Era gran amigo del magnate disidente Boris Berezovsky, que supuestamente se suicidó en 2013. Glushkov nunca creyó que lo hubiera hecho.