La indignación por el incendio de Kémerovo se vuelve contra Putin

Flores y mucha indignación en la Plaza Pushkinskaya de Moscú tras la muerte de sesenta y cuatro personas, la mayoría niños, en el incendio que se desató el domingo en un centro comercial de Kémerovo, una localidad minera de Siberia Occidental. Los congregados han gritado eslóganes contra las supuestas mentiras de las autoridades locales y han exigido al Gobierno central que aclare lo ocurrido.
Concentraciones similares han tenido lugar otras ciudades. En Kémerovo, donde la multitud llegó a pedir la dimisión de Vladímir Putin, tomó la palabra el padre de una víctima que estaba en la cuarta planta del inmueble:
- "Traté de ir con ella, pero los bomberos me agarraron de las piernas y me lo impidieron. Les dije: ¡muchachos! Lloré, hablé con mi hija y me dijo: papá, te quiero mucho , Estoy perdiendo el aliento, me voy a desmayar".
El presidente ruso, que ha calificado los hechos de "negligencia criminal", ha decretado para este miércoles una jornada de duelo nacional. Tras dos días sin pronunciarse al respecto, Putin viajó el martes a Kémerovo para depositar flores en honor a las víctimas y pedir que se acelere la investigación para castigar a quienes tengan alguna responsabilidad por el incendio